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Alberto Fernández sobre el FMI: «No tiene mucho sentido ahorcar a un país hasta asfixiarlo, porque las posibilidades de pago son menores»

El presidente Alberto Fernández expresó su desacuerdo con la actitud ideológica y rígida del equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras su participación en la cumbre del G20 en India, donde abordó las negociaciones con el FMI. 

Fernández, en diálogo con El Destape Radio, argumentó que el FMI recurrentemente ofrece las mismas soluciones y caracterizó las conversaciones como confrontativas, aludiendo a que el FMI se asemeja en su actuación a un fondo especulativo que explota a los países mediante altas tasas de interés aplicadas a los préstamos otorgados.

Durante el G20, Fernández sostuvo una conversación con el presidente estadounidense Joe Biden, y ambos compartieron la opinión de que el personal del FMI tiene un nivel de influencia excesivo. Asimismo, Fernández criticó «Más allá del análisis aritmético de una deuda, está el análisis político de la deuda. (El expresidente) Néstor (Kirchner) decía que los muertos no pagan. No tiene mucho sentido ahorcar a un país hasta asfixiarlo, porque las posibilidades de pago son menores. Esa lógica sigue en el staff del Fondo», en vez de buscar soluciones sostenibles.

El presidente informó que mantuvo un diálogo con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, quien se comprometió a corregir estas posturas en el futuro, particularmente en lo que concierne al sobrecargo que el FMI impone a las naciones con altos niveles de endeudamiento. Fernández hizo hincapié en que, hace dos años, el FMI hablaba de garantizar la sostenibilidad de la deuda, pero en la actualidad parece haber regresado a sus prácticas convencionales.

Además, Fernández subrayó que estamos viviendo un momento de crisis profunda en los principios de la «revolución conservadora» de la década de 1980, que culminó en el Consenso de Washington. También mencionó la necesidad de establecer un sistema tributario más progresivo en Europa y de penalizar a los propietarios de «inmuebles vacíos en medio de una crisis habitacional».